Es aquella que persigue la organización equilibrada y respetuosa de usos y actividades en el territorio, de manera que no ponga el riesgo los valores ambientales y culturales de un espacio geográfico objeto de ordenación. Para ello se requiere un conocimiento exhaustivo de los elementos integrantes del medio natural y de los rasgos culturales de ese territorio, como paso previo a la asignación de usos y establecimiento de equipamientos e infraestructuras con las que se va a dotar el desarrollo futuro de un espacio geográfico.