Recrecimiento de Yesa: dolor y sinrazón

Textos: Miguel Solana y Javier Martínez Gil

Cada pantano tiene su propia y triste historia, pero en Yesa quieren escribirse dos. Hablar del embalse de Yesa, de su inauguración en 1959 y de su gestación en la primera mitad del siglo XX, es hablar de la colonización de un espacio de montaña para ponerlo al servicio de otros; es hablar de un desplazamiento forzoso de más de 1.500 personas, y recordar la desaparición de un gran balneario; es constatar la ruptura del histórico eje de comunicaciones que fue la Canal de Berdún y añorar una fértil vega inundada entre los sollozos de los que se fueron y el desánimo de quienes se quedaron.

Como si aquello hubiera sido poco y la pesadilla nunca hubiera existido, ahora nos quieren poner un epitafio que tenga como víctimas a los ribereños que superaron aquel holocausto, al Camino de Santiago Patrimonio de la Humanidad, la seguridad de los pueblos aguas abajo de una presa, las zonas hoy protegidas y los restos de vega que dan vida a los pueblos. Y quieren hacerlo con un demencial gasto de 240 millones de euros y una manipulación informativa en relación al abastecimiento de Zaragoza con aguas del Pirineo.

La reciente Declaración de Impacto Ambiental positiva, tras fuertes presiones políticas, ha ignorado las alegaciones de afectados científicos y ecologistas. La apetencia desmedida de agua no tiene límite ni atiende a razones. La palabra justicia aquí sólo puede escribirse con un YESA NO.

Presa de Yesa. Foto: Tove HeiskelEmbalse de Yesa. Foto: Pipa Álvarez

Las aguas de la actual presa de Yesa -una obra de 62 metros de altura sobre el cauce del río Aragón y 470 hectómetros cúbicos de capacidad-, ocultan el dolor humano de 10 pueblos expropiados, 2.089 hectáreas de tierras fértiles inundadas y 1850 personas desalojadas de sus casas, humilladas, obligadas a un destierro que no quisieron.

Los embalses para el riego se hacen para ser vaciados en los meses de demanda, que es cuando su bucólica imagen da paso a un paisaje dantesco, símbolo del dolor humano. Hoy, cuando se proyecta extender esa zona de muerte, las heridas abiertas por el primer embalse todavía no han restañado. La comarca -cuna del reino de Aragón que fue-, nunca podrá ser lo que podría haber sido. Sus gentes ya han pagado bastante.

Manifestación contra el recrecimiento. Jaca, año 2000. Foto: Aechivo "El Pirineo AragonésPrimera piedra del recrecimiento de la presa de Yesa. Foto:Angel de Castro(El Preiódico de Aragón

El 25 de octubre del 2000, paro general de dos horas en el pirineo aragonés masivamente secundado, contra los proyectos de embalse de Jánovas, Santaliestra, Biscarrués y recrecimiento de Yesa. En Jaca se congregaron 5.000 personas Las autoridades locales y comarcales de todos los partidos políticos mostraron su oposición a unas políticas hidráulicas hace años anunciadas, que el PHN acababa de recoger .

El 18 de mayo del 2001, en una innecesaria ostentación de autoridad, el ministro de Medio Ambiente coloca la primera piedra del recrecimiento de Yesa, al mismo tiempo que vecinos de la zona afectada por las nuevas inundaciones tratan de mostrar su indignación. Las fuerzas del orden impidieron que la manifestación llegara al lugar del evento.

Expropiaciones. 22/24- o1-2004. Foto:Archivo "el Pirineo Aragonés"Expropiaciones. 22/24- o1-2004. Foto:Archivo "el Pirineo Aragonés"Obras del recrecimiento. Agsto 2010. Foto: Pipa Álvarez

Los vecinos de Artieda, desde el 22 de enero de 2004 y a lo largo tres días consecutivos, impidieron que los funcionarios de la Confederación Hidrográfica del Ebro entraran en el pueblo para iniciar el proceso de expropiación forzosa de las tierras a inundar. Al día de hoy, esas actas todavía no han sido firmadas.

La ligereza con la que son aprobados los proyectos forzados por el oportunismo político trae sorpresas como la inadecuada aptitud de los terrenos, cuya adaptación para recibir las obras acaba comiéndose el presupuesto antes de empezarlas. El coste del agua nada tiene que ver con lo proyectado. La sociedad entera pagará la frivolidad y los negocios que ocultan. El problema se agrava cuando están en juego riesgos humanos inaceptables.

Corte de la carretera en el Puente de Artieda. 22-08-2010Tramo del río Aragón que quedaría inundado por el recrecimiento. Foto: Pipa Álvarez

Reacción ante la Declaración de Impacto Ambiental positiva para el recrecimiento de Yesa. Cientos de vecinos afectados, aragoneses y navarros, cortan el 22 de octubre del 2010 la N-240, expresando su protesta. Ni la condición de zona LIC ni de Primer Camino Cultural de Europa han servido de impedimento. Vivimos tiempos de un neovandalismo democrático.

El río Aragón discurrió por la Canal de Berdún configurando un espacio bello y frondoso, lleno de historia y cultura, que podría ser hoy una réplica de la próspera Cerdaña catalana, un valioso patrimonio de memoria y una oferta de bienestar. El embalse segó ese futuro. Las gentes defienden hoy el derecho a no ser nuevamente inundadas y humilladas. Mientras, el resto de Aragón duerme en su indolencia.

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