El conflicto por el agua · Palestina e Israel


RÍO SAGRADO Y MALDITO

Israel posee el control sobre la cabecera del río Jordán y detenta los derechos de explotación
de los acuíferos. El trasvase del Jordán hacia el Desierto del Neguev para abastecer cultivos
extensivos para la exportación, ha arruinado el Jordán Medio, por el que sólo circulan retornos
salinizados, provocando un creciente deterioro del Mar Muerto.

A la población palestina se le ha vedado el acceso al Jor¬dán y tiene prohibido perforar nuevos
pozos. Además de disponer de notables dotaciones de riego, cada israelí dispone de unos 341 litros/
día de aguas de calidad para usos urbanos e industriales, mientras cada palestino apenas dispone
de acceso efectivo a 60 litros/ día de aguas de mala calidad para esos mismos usos, lo que provoca
gravísimos problemas de salud y de subsistencia.

Texto: Marisancho Menjón
Fotografía: Stefano Serra, Laurent Weyl y Dieter Telemans

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