Derechos humanos, violancia y agua

El agua, vinculada a valores emocionales y territoriales, es fácilmente manipulable, tanto
en la confrontación política partidista, como incluso a la hora de justificar guerras. Pero
sobre todo el control del agua suele ser usado como herramienta de poder. Tal es el caso
de Oriente Medio, donde el control del agua es parte de la estrategia militar israelí. Una
estrategia que usa al pueblo palestino como rehén, imponiéndole condiciones de vida in-
humanas con apenas 107 m 3 /habitante/año, frente a los 2300 m 3 /habitante/año que
acapara Israel.

En el Kurdistán Turco, el desplazamiento masivo de la población kurda para construir las
22 grandes presas del llamado “Proyecto del Sudeste de Anatolia” (GAP) forma parte de
una estrategia militar que busca debilitar el apoyo social sobre el terreno a la guerrilla del
PKK. Los casos más brutales de transgresión de derechos humanos en conflictos de aguas se
dan en contextos de guerra no declarada . La masacre a manos del ejército guatemalteco
de más de trescientos mayas, en su mayoría mujeres y niños, que se resistían a ser desplazados
para construir la presa de Chixoy , fue uno de los casos más estremecedores. El asesinato de
líderes de las comunidades Embera-Katío , como Kimi Pernía , que se niegan a dejar sus
tierras en el Alto Sinú (Colombia), frente a las presas de Urrá I y II, es otro ejemplo al respecto.
Guerras no declaradas que se usan para atropellar impunemente los derechos humanos de
comunidades indígenas y campesinas, en beneficio de empresas y terratenientes.