Esta exposición ofrece el perfil humano de los conflictos y de las luchas del agua. A través
de fotografías y testimonios directos, los afectados dejan de ser una fría estadística para
comunicarnos en directo sus angustias, razones y esperanzas.
Vivimos en el Planeta Azul, el Planeta Agua. Sin embargo, 1.100 millones de
personas no tienen garantizado el acceso al agua potable y unas 10.000 mueren por ello cada día,
en su mayoría niños. Es la consecuencia de la crisis de insostenibilidad que hemos provocado por
contaminación y destrucción de nuestros ríos y acuíferos.
La extracción abusiva de caudales, la desecación de humedales, la tala de bosques y manglares y
la fragmentación del hábitat fluvial por grandes presas han quebrado la vida de nuestros ríos,
haciendo desaparecer la pesca: la proteína de los pobres.
La Comisión Mundial de Presas estima que las 50.000 grandes presas construidas en el siglo XX
han provocado el desplazamiento de entre 40 y 80 millones de personas… Es
decir, no sabemos cuantas.
La privatización de los servicios de agua y saneamiento por la presión del Banco Mundial ha
transformado a los ciudadanos en clientes, ignorando que el acceso al agua potable debe ser
garantizado como derecho humano.
Afrontamos, en suma, una crisis global del agua, un verdadero holocausto hidrológico en el que
las víctimas son invisibles, lejanas y sin rostro; prescindibles en nuestra conciencia.
Agua, Ríos y Pueblos da la palabra a esas personas, a la vez víctimas y luchadores por un mundo
más justo, digno y sostenible. Tal vez no tengan “la solución” a los problemas, pero los sufren
directamente y por ello merecen ser escuchados y tenidos en cuenta.
Pedro Arrojo Agudo
Director de Agua, Ríos y Pueblos